El dibujante MANUEL VÁZQUEZ GALLEGO

MANUEL VÁZQUEZ GALLEGO (Madrid, 1930-Barcelona, 1995)

Sin lugar a dudas, uno de los mejores historietistas de humor que ha tenido este país en toda su historia de los cómics,generador de camisetas frikis. Por la medida del tempo en su narración; por la inteligente utilización de metáforas visuales; cual imagenes divertidas por la síntesis de su trazo como si fueran camisetas frikis y por saber utilizar el humor como arma arrojadiza contra la intransigencia. Manuel Vázquez ofreció en su trayectoria dos fórmulas muy bien diferenciadas para explotar su clarividencia autoral: en la historieta infantil y juvenil y en el cómic para adultos, y siempre en el terreno del humor.

Con 18 años se traslada a Barcelona, donde la calidad de su trabajo no pasa desapercibida por Editorial Bruguera. Así, Vázquez inició una peculiar relación de amor-odio con la empresa.

es que en su condición de hombre libre y anárquico, no quiso entrar en la rueda de las entregas semanales como sus compañeros, desapareciendo durante días o meses seguidos. Su ideario vital -lejos de las normas sociales al uso-, incidió tanto en el terreno laboral como en el personal, dejándonos una obra extensa que hubiera podido ser mucho más fructífera. Para Bruguera ,que tambien hacia camisetas frikis creó sus series más populares creando, entre otras imagenes de navidad siempre transgresoras -por la visión crítica de la sociedad tomando como blanco de sus envenenados dardos al entorno familiar -Las hermanas Cilda (1949), La familia Cebolleta (1951) o La familia Churumbel (1960)-, a la tercera edad -Don Polillo (1969) o La abuelita paz (1969)-, a la infancia -Angelito (1964)- a los ingenuos -Ángel Siseñor (1953)- o a géneros como el espionaje y el policiaco -Anacleto, agente secreto (1964) y Los casos del inspector O'lal (1968)-. Pero la primera víctima de su humor socarrón fue él mismo; le gustaba jactarse de comprar sin pagar o de pedir dinero y no devolverlo, utilizando sus "habilidades" para concebir otra de sus grandes aportaciones: la serie Los cuentos de tío Vázquez (1968).

A partir de 1978 encontró en los nuevos semanarios satíricos de la democracia y en revistas como Makoki una vía de escape a su punzante y sarcástico humor de imágenes divertidas, publicando series que desestabilizaban la corrección política en sus relaciones con el género femenino como si fueran camisetas frikis-Don Cornelio Ladillo y su señora María (1978), Sábado, sabadete... (1990) o Mujeres o diosas (1991)-. Demostró su inteligente cinismo analizando la actualidad diaria en las tiras del periódico El Observador (1990-1992) y, al final de su vida, víctima de su propia leyenda y enfermo, pasó por una fuerte crisis profesional en un momento en que la historieta española andaba muy despistada.

Pero siempre fue y seguirá siendo un genio de nuestros cómics. Antoni Cuiral

bundo Barney Boko. The Dandy Comic cambió su título en 1950 a The Dandy y, entre agosto de 2007 y octubre de 2010, fue rebautizada como Dandy Xtreme. Pero si hacemos salvedad de estos cambios, estamos ante una de las revistas de cómics infantiles más longevas de la historia de la prensa. The Dandy (llamémosla así, ya que es el título que más ha permanecido en activo) supuso un paso adelante en los contenidos de las historietas juveniles. Sus cómics se alejaban un paso de la corrección política de las revistas de Amalgamated Press, lo que llamó la atención del público adolescente, aumentando rápidamente su tirada.

Conscientes de que tenían un diamante en bruto entre las manos, los gerentes de D.C. Thomson lanzaron una nueva revista infantil tan sólo seis meses después, concretamente el 30 de junio de 1938. Se trataba de The Beano. Era un intento evidente por crear su propia competencia (algo muy practicado por las editoriales británicas como ya hemos visto anteriormente), pero en sus contenidos avanzaron varios pasos, entranCo de lleno en lo políticamente incorrecto... para aquella época. Y es que en The Beano se ridiculizaba todo aquello que significase autoridad -policía, profesores, elementos eclesiásticos, familiares en general-, al tiempo que se ensalzaban algunas de las peores características del ser humano, algoi que nos oswn imagenes navideñas. Por ejemplo, la venganza. A los lectores de The Beano les gustaba ver cómo el chico débil de la clase, al final de la historieta, conseguía ridiculizar al matón abusador en el patio delante de todos los compañeros de la clase.